En mayo, un mes en el que todos hablamos de reciclaje, queremos proponer una mirada distinta sobre este tema que, afortunadamente, hoy está más presente que nunca en la agenda pública. Queremos plantear una mirada distinta, que nos lleve a no ver el reciclaje como “la solución” sino como la última opción para tener una vida más sostenible.
Aunque much@s nos esforzamos en reciclar, la verdad es que hay much@s también que reciclan solo “dejando las cosas en los contenedores” pero sin mayor cuidado del “cómo los dejan”. Otr@, “descansan” en este proceso como para hacer un “check” en su compromiso con el medio ambiente. En todos los casos, se puede aportar pero no se está poniendo atención en lo fundamental: cambiar de hábitos.
Si bien el reciclaje es clave para poder disminuir la cantidad de basura existente, que es enorme, el desafío es que al cambiar de hábitos logremos no generar basura y ojalá no tener nada que reciclar. El sueño es grande, porque dependemos – en primer lugar – de la posibilidad de contar con los productos que necesitamos en un formato “no contaminante”, pero lo cierto es que de todos modos, podemos avanzar en varios sentidos. ¿Cómo?:
- REPENSAR en cómo y qué estamos consumiendo para no comprar más de lo que necesitamos y para ver la forma de disminuir aquello que contamina.
- BUSCAR opciones más sustentables, animarse a PROBAR cosas nuevas.
- REUTILIZAR aquello que no usamos antes de botarlo a la basura o reciclaje. Esto no solo nos puede ayudar a ser agentes de cambio en lo que se refiere a la no generación de basura sino que además, nos puede beneficiar en nuestra salud (poniendo atención en lo que es fabricado de forma más natura, con menos químicos) y a nuestro bolsillo (comprando solo lo que necesitamos).
- Recordar LAS 3R: Reduce/Reutiliza/Recicla
En Chile se generan 17 millones de toneladas de residuos al año, de las cuales 7 millones corresponden a residuos domiciliarios. De estos últimos, sólo el 10% se recicla. En Latinoamérica la tasa de reciclaje solo llega al 4,5%.
